El contexto socioeconómico actual, junto con el resto de factores que influyen en la salud de las personas, hacen cada vez más necesaria la introducción de capacidades directivas entre las habilidades que deben desarrollar los responsables de los procesos de salud. En la estructura sanitaria, la división de enfermería dirige un papel fundamental en la custodia e implementación de estos procesos, por lo que se hace evidente la necesidad de formación en este ámbito para los profesionales de enfermería que ostentan o podrían ejercer cargos de responsabilidad. Estas capacidades son además imprescindibles para abordar nuevos retos de la profesión como la investigación, la mejora de la atención de enfermería, la necesidad de aumentar la eficiencia en el uso de los recursos, asumir el nuevo liderazgo o mejorar su posicionamiento en el equipo interdisciplinar.