La evolución de la anestesiología en los últimos años, tanto desde el punto de vista farmacológico como tecnológico, ha contribuido de forma significativa al proceso de la cirugía y lo ha convertido en un ámbito de alta complejidad.

Los profesionales sanitarios de esta rama no solo se encargan de preparar al paciente para la intervención quirúrgica, sino que también tienen que asegurarse de mantener sus constantes vitales, realizar la reanimación en caso de que fuese necesario y eliminar cualquier tipo de dolencia que puedan padecer los pacientes. Y, para ello, el profesional de enfermería tiene que tener una serie de conocimientos y habilidades, es decir, estar bien formado.